Phyllis Lei Furumoto creció en Iowa, EUA, justo después de la segunda guerra mundial. Su madre, Alice, tenía grandes expectativas para su primera hija y fue una educadora dura. Esta relación madre-hija no siempre fue fácil; sin embargo, existía un respeto y una comprensión mutua acerca de la naturaleza de cada una. Cuando Phyllis finalmente aceptó la oferta que le hizo su abuela de trabajar con ella, lo hizo desde un lugar de entrega al deber familiar. A medida que pasaron los años, Phyllis creó una vida en torno a su destino y a su papel como sucesora de Takata Sensei. Fue la vocación perfecta para ella.
En 2008, Phyllis y yo nos mudamos a Green Valley, Arizona, para estar cerca de Alice, para que Phyllis pasara más tiempo con su madre. Cuando conocí a Alice, observé que mantenía su práctica de Reiki de una forma muy privada, asi como el recuerdo de su madre, Hawayo. Para Alice, Reiki era personal y no se podía hablar de ello más que con su maestro. Esto a menudo fue un punto de desafío para Phyllis, sin embargo, también la ayudó a mantener la tradición y la cultura de Reiki como un arte popular de sanación japonés. Alice atesoraba el regalo de Reiki que Chujiro Hayashi le entregó cuando era una niña. Tuvo su práctica personal de Reiki que compartió con sus hijos a lo largo de su crecimiento. El tomar la decisión de formar una familia en lugar de ser una maestra de Reiki, fue satisfactorio para ella. Ella ocupó un lugar único en nuestro linaje. Era hija de una gran maestra y madre de su sucesora.
Phyllis dedicó su vida a ser una gran maestra de una práctica con un linaje. Apoyó a comunidades de Reiki de todo el mundo contando historias acerca de las enseñanzas de su abuela. Desarrolló la práctica formando un lenguaje claro que definió el Usui Shiki Ryoho Creó comunidad en todos los lugares a los que viajó, inspirando a los estudiantes de Reiki a reunirse y apoyarse entre sí. Se centró en las habilidades necesarias para lograr una comunicación clara y compasiva, tenía una visión acerca del potencial de una comunidad global de Reiki, mientras que ella misma era una estudiante curiosa.
Phyllis formó una comunidad de traductores e intérpretes en nueve idiomas para acompañarla con grupos que provenían de todo el mundo. Recuerdo, cuando alguien interpretaba en un idioma que Phyllis no conocía, ella podía sentir cuando la energía de las palabras no era del todo acertada. Sus intérpretes podían percibir la energía del significado de las palabras más que las palabras por sí mismas, para ellos fue una experiencia nueva. Ella estaba abierta a recibir estudiantes de todas las prácticas y dejó un legado de miles de horas de enseñanzas en audio y video. Su primera respuesta a las preguntas e inquietudes de los estudiantes de Reiki era reunirse y ofrecer un “taller”. Phyllis amaba el misterio del Reiki y estaba comprometida en explorar y contemplar las preguntas que surgen de la práctica de Reiki.
La sincronía con esta edición del Libro Gris es fortuita. Una nueva generación lleva hacia adelante la tradición del linaje espiritual de nuestra forma de práctica. Aunque mi proceso de duelo por la pérdida de mi querida compañera continúa, tengo la bendición de ser un puente, un vínculo, para el sucesor de Phyllis, el Gran Maestro, Johannes Reindl. He visto y sentido su energía, tocada por este misterio de linaje espiritual, como si Phyllis estuviese derramando su luz en él. Los miles de estudiantes de Reiki tocados por las enseñanzas de Furumoto Sensei y los estudiantes de Reiki que recién comienzan su viaje, tienen la oportunidad a través de su relación con Johannes, de “volver a conocer” y reconocer este misterio del Linaje Espiritual.
~Joyce Winough
Green Valley, AZ
1 de Junio 2021